Just in mood...

Hace apenas unos meses parecía un sueño inalcanzable (de esos de los que tus amigos no se burlan) y hoy en día es más que una realidad... Estoy recostada en una cama sin sábanas en medio de un cuarto casi vacío y la sensación es mucho más placentera de lo que imaginé que sería... huele a libertad.

Tardé dos días en empacar y de algún universo paralelo salieron 12 cajas de sueños, secretos y deseos que parece ser llegarán mucho más lejos de lo que algún día soñé. Y eso sí que es bueno =D. Todavía no termino de entender dónde tenía tantas cosas... y creo que nunca lo entenderé...

Aún queda el corcho que me mira fijamente, el estante lleno de libros que guardan algo más que teorías y fórmulas y el pequeño Bob Esponja que está sobre el espejo al lado de esa bailarina que tiene más de tres años. El despertador a un lado de mi, sobre un buró cubierto con una toalla naranja. iTunes no puede poner mejor música: Bring it all back de S Club 7.

La sensación es inefable... podría sentirme así toda la vida. No me importa escuchar las voces a lo lejos ni los silencios inesperados, es aquí y ahora.. nada más.

Ja, ¡también me faltan las plantas! Creo que una miradita más no caerá mal. Recoger los recuerdos y guardarlos en el corazón. Agradecer el tiempo y la oportunidad. El aprendizaje se queda y no hay más que disfrutar y buscar ser mejor en lo que sigue.

Sí, me arde el dedo... una herida de guerra, algo me lastimó mientras cargaba cajas... pero ¿qué más da? La vida apenas está empezando...